Para la mayoría de la gente, el factor más importante a la hora de elegir un electrodoméstico es el ahorro económico en las facturas de suministros que nos llegan a final de mes. Cuando hablamos de electrodomésticos, lo que debes tener en cuenta es la eficiencia. A mayor eficiencia, menos gasto y cuanto menos gasto, más ahorro de dinero y de energía.

Eficiencia y gasto

Concretamente cuando se trata de elegir una cocina, la rapidez tiene mucho que ver. Tanto las cocinas de inducción como las hornillas de gas son capaces de generar calor de forma prácticamente instantánea, algo que no ocurre con las vitocerámicas convencionales que suelen estar dotadas de una placa de vidrio que separa la fuente de calor del recipiente que queremos calentar.

El único inconvenientes de las cocinas de gas es que es más difícil controlar el calor, mientras que la inducción permite generar la energía en la cantidad que se desee.

Emisiones contaminantes

Si nos quedáramos aquí, parecería que las cocinas de inducción no tienen rival y así se muestra en la mayoría de las comparativas entre las diferentes marcas de cocinas. Pero cuando hablamos de emisiones contaminantes hay que destacar que las placas más modernas solamente emiten 360 gramos de CO2 por cada kWh, mientras que las vitrocerámicas generan 450.

Por eso, si quieres ser respetuoso con el medio ambiente, la mejor opción es la hornilla de gas pues las emisiones que se generan con de 200 gramos por cada kWh. Eso sí, deberás tener en cuenta que el riesgo de los gases de combustión y comprar una buena campana extractora.

Tener los recipientes adecuados

No obstante, aunque elijas la cocina más adecuada a tus preferencias, debes saber que los recipientes donde se calienta la comida también juegan un importante papel. Y es que uno de los inconvenientes de las cocinas de inducción es que los recipientes deben estar fabricados en materiales ferromagnéticos, ya que otro tipo no funcionan.

Sin embargo en las cocinas de gas se puede usar cualquier tipo de recipiente sin ningún problema. Es precisamente este detalle el que convierte a las hornillas de gas en la cocina estrella. No en vano son las más usadas por los profesionales del mundo culinario. Eso sí, como los grandes maestros cocineros no son los que suelen limpiar, olvidan que ésta es también una de las más incómodas a la hora de la limpieza.